Betty Lévano

2 de Marzo de 2020



Hace más de 49 años, Villa El Salvador nació de la arena. No muy lejos del centro de Lima, en las calles de este distrito —ahora uno de los más poblados del país— resuena toda una tradición histórica de lucha, compromiso y organización liderada principalmente por las mujeres.

Desde que llegó a este distrito, Betty Lévano empezó a trabajar con otras mujeres que, como ella, lideraban transformaciones. Un arduo trabajo que la llevó a recorrer lo más profundo de su distrito y conocer de cerca las desigualdades que allí vivían las mujeres. Esas desigualdades siguen presente en la vida de Betty.

En Villa El Salvador, actualmente 3 de cada 4 de mujeres ha sido víctima de violencia de género alguna vez en su vida, según un reciente estudio sobre el costo de la no prevención contra esta violencia en ese distrito. Este estudio, realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ha evidenciado el impacto de esa violencia en los hijos y las hijas de las víctimas, identificando asimismo su costo económico, social y comunitario.

A pesar de todos estos obstáculos, Betty ha ocupado y dirigido espacios importantes dentro de la organización comunitaria en Villa El Salvador. Además de haber sido parte de la primera federación de mujeres en el país (FEPOMUVES), fundó y presidió un comedor popular. Y, por si fuera poco, recientemente fue coordinadora del Colectivo de Concertación por la Equidad de Género, un colectivo conformado por más de 30 organizaciones con que el PNUD trabaja de manera activa a través de la iniciativa Justa: Villa El Salvador por la Justicia e Igualdad.

“Nosotras nos reunimos, hacemos propuestas y sensibilizamos a la gente sobre sus derechos. Hacemos protesta con propuesta”, explica Betty quien, igualmente, es miembro fundadora de la red de mujeres de la iniciativa Justa.

A partir de ese liderazgo y compromiso, ha participado en el programa radial Mujeres que no se dejan y ahora colabora activamente en la Instancia de Concertación Distrital para combatir la violencia contra mujeres e integrantes del grupo familiar, aportando en la construcción del Plan de Acción Local Concertado Multianual, así como en el Protocolo de Acción Conjunta Local para atender a víctimas de violencia.

Aunque Betty quiere que más mujeres sigan esta tradición de lucha, es consciente de que existe una importante brecha generacional. Su apuesta es inspirar a las más jóvenes con el ejemplo. “Quiero poner a una mujer joven en el cargo dirigencial para que podamos seguir avanzando y llamando a otras”, cuenta.

En este distrito donde las mujeres han dado lo mejor de sí mismas para afrontar los momentos más complejos, Betty es un ejemplo de esa tradición de lucha que se trasmite entre generaciones. “El espíritu de las mujeres en Villa El Salvador es de trabajar por el bien del distrito, porque nos nace”, asegura con ese ímpetu que caracteriza su compromiso por hacer de este distrito un lugar donde todas y todos tengan el derecho a vivir sin miedo.