“En mi niñez, cuando no había luz, hacíamos nuestras tareas, nuestros quehaceres de la casa en velita, pero ahora que tenemos la luz es totalmente útil.”

Nelly Arias vive en la comunidad de Cayachira, distrito de Santa Lucía, Lampa, Puno. Su hogar era, hasta hace poco, uno de 450 mil en el Perú que no cuentan con el servicio básico de la electricidad. Las más afectadas son las poblaciones rurales.

Pero esto está cambiando.

Hace un año hizo que le instalaran un panel fotovoltaico en el patio de su casa, y con el uso de energías renovables, su vida dio un giro. Ahora, Nelly está aprendiendo sobre el uso, mantenimiento e instalación de paneles fotovoltaicos, para poder compartir su conocimiento y experiencia con otras personas de su comunidad, así ellos y ellas puedan también mejorar su calidad de vida.

El conocimiento de las tecnologías, además, ha despertado en Nelly un nuevo sueño: con sus habilidades en instalación y reparación quiere empezar un negocio, donde pueda vender implementos necesario para reparaciones, dispositivos compatibles con los paneles fotovoltaicos, y ofrecer sus servicios como técnica. En Puno, donde las mujeres presentan 11% menos participación en la fuerza laboral que los hombres, Nelly está persiguiendo una idea de negocio que además se preste al bienestar de su comunidad.

Con su primer panel fotovoltaico, ella y su esposo jalaron un cable y pusieron un foco para iluminar su patio. Ahora, quiere iluminar a su comunidad.

“Sé que lo he podido, sé que lo he logrado”. 

Nelly es una de las alumnas de la Escuela Energética para Mujeres eMujer, implementada en 4 regiones del Perú por el Ministerio de Energía y Minas y el PNUD. La escuela capacita a mujeres de zonas en el uso de energías limpias como son los paneles fotovoltaicos (en Mazán, Loreto y Cayachira, Puno) y cocinas mejoradas (en Quiñota, Cusco y Cajamarca). Consta de tres módulos: capacitación, instalación / ensamblaje, y finalmente, la ideación de un modelo de negocio a partir de su nuevo conocimiento.